El Costo de Capital es una tasa que refleja la rentabilidad mínima exigida por un inversor o grupo de inversionistas, en función a los riesgos que éstos asumen en la inversión. Dependiendo de diferentes factores, los inversores incurrirán en mayores o menores riesgos, lo que influye directamente en una mayor o menor exigencia de rentabilidad esperada.
La rentabilidad esperada de un inversionista está directamente relacionada con el nivel de riesgo que éste asume en su inversión. Existen factores que contribuyen al aumento o disminución del riesgo, tales como el tipo de negocio (negocios de margen vs negocios de rotación), el sector o industria a la que pertenezca, el domicilio o jurisdicción a la que pertenezca, y principalmente la estructura de financiamiento de la inversión.
El Costo de Capital sirve para determinar si un accionista o inversor está aumentando o disminuyendo su riqueza, por cuanto si la rentabilidad real de la inversión, determinada a través de un modelo financiero robusto, es mayor que la rentabilidad mínima exigida, entonces existirá lo que en Finanzas se conoce como ‘Creación de Valor’, es decir que la riqueza de este accionista aumentará, pudiendo destinar la misma a otros proyectos o inversiones rentables.
Los componentes que influyen en la tasa de descuento o costo de capital son frecuentemente los siguientes:




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